El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. - Juan 20:1
Pexels.com |
Queridos hermanos y hermanas, los sentimientos de tristeza, ansiedad y miedo a menudo bloquean la capacidad de pensar con claridad acerca de un acontecimiento. Entonces, las personas pueden vivir con bajo sospecha y prejuicios sobre sí mismas, los demás y la situación. Por lo tanto, el evento de la tumba vacía puede inspirar nuestra vida en construir siempre un diálogo y un espíritu de encuentro con Dios a través de la lectura y la meditación de las Escrituras, la oración y las obras de servicio a los demás.
Tan pronto como María Magdalena vio que la piedra que cubría la tumba de Jesús había sido removida, tuvo la sospecha y el prejuicio de que Jesús había sido secuestrado o robado. En el relato del Evangelio se cuenta que María Magdalena fue al sepulcro temprano en la mañana. Todavía estaba oscuro. La oscuridad representa la vida y la situación interior de María Magdalena, quien estaba muy triste por la muerte de Jesús.
Además, también estaba ansiosa y asustada porque la gente que odiaba a Jesús buscaba a sus discípulos. María era una de las discípulas de Jesús que creyó en sus palabras y hechos. Cuando María Magdalena descubrió que la piedra que cubría la tumba de Jesús había sido quitada, María concluyó que el cuerpo de Jesús había sido robado y no sabía dónde estaba. Esto lo confirma el testimonio de Pedro y los discípulos después de presenciar la tumba vacía. Ellos todavía no habían entendido las Escrituras y el mensaje que Jesús les dio.
En esta vida, muchos acontecimientos nos hacen vivir en oscuridad. Nos sentimos ansiosos, inquietos y temerosos de perder nuestras familias, nuestros trabajos y el futuro. Estos sentimientos pueden despertar sospechas y prejuicios sobre nosotros mismos, los demás y Dios, que matan la esperanza.
En cambio, se nos invita a superar la desesperación, la ansiedad y el miedo, a romper con nuestros prejuicios amurallados construyendo un espíritu de encuentro con Dios, escuchándolo y entregándonos a su voluntad.
Reflexión sobre Juan 20:1-10 por el P. Aris Mada, SVD
(Escucha el podcast aqui)
No comments:
Post a Comment