Friday, November 10, 2023

Humilde

"Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido". - Lucas 14:11

 

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Si alguna persona importante te invita a sentarte a su mesa, no digas, como los glotones: "A Comer se ha dicho" (Eclesiástico 31:12). La escena sobre la comida que se detalla en los capítulos del tercer evangelio es una representación significativa de la historia de Jesús. El orden de los asientos a la mesa en la cultura de los judíos, griegos y romanos en el primer siglo siempre destacó el estatus social de los invitados y el control que el anfitrión tenía sobre el banquete.

En el evangelio de Lucas 14:1-14, Jesús se encuentra en la casa de un fariseo prominente y distinguido. Regularmente es el anfitrión quien tiene el control del banquete. En este pasaje, Jesús pregunta a los expertos en la ley y a los fariseos acerca de si "¿Es lícito curar a las personas en sábado o no?". Después de curar al hombre del edema y despedirlo, les hizo otra pregunta: "Si alguno de ustedes tiene un niño o un buey que se haya caído en un pozo, ¿no lo sacará inmediatamente en el día de reposo?".

En varias ocasiones Jesús sanó a alguien en el día de reposo. No estaba violando ninguna ley. El vino para cumplir la ley. Había venido a actuar contra la interpretación excesiva de la ley y la piedad hipócrita que ejercían los fariseos. Debido a que los animales tenían mucha importancia en la sociedad agrícola de los judíos, las reglas religiosas permitían ayudar a los animales en el día del reposo, entonces definitivamente también debería permitir ayudar a las personas.

¿Cuál es mi enseñanza en esta escena? Si tengo la capacidad de ayudar, debería ayudar no importando el color, el credo, el estatus, la riqueza, la enfermedad y cualquier otra norma o valor social.

Los consejos de humildad y hospitalidad se extienden más allá del libro de sabiduría de los judíos y la etiqueta en la mesa en Eclesiástico 31:12-18. Jesús aconseja al invitado a tomar un asiento humilde y dice al anfitrión que invite a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos, para que el anfitrión sea bendecido y reciba su paga en la resurrección de los justos. Para ser un seguidor de Cristo, la humildad es muy importante. Si quiero ser un seguidor, discípulo de Cristo, necesito alejarme del pecado número uno de Satanás, el orgullo, y ser humilde. Ser humilde no significa ser una alfombra de puerta. Los santos nos han enseñado que, ellos podrían haber hecho cosas, dicho o dado una respuesta adecuada; sin embargo, eligieron ser humildes por amor a Cristo.

La humildad debe practicarse, y con la práctica constante en la vida cotidiana, podremos elegir la humildad en pensamientos, palabras y obras por amor a Cristo.

Reflexión sobre Lucas 14:1-14 por Shalley Fernandes.

(Escucha el podcast aquí)

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