Saturday, September 23, 2023

Sigue pidiendo

Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. - Lucas 11:9 LBLA

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En Lucas 11:1-13, encontramos dos temas  principales: cómo orar y la paternidad de Dios. Ambos están relacionados y no pueden estar separados. Es interesante como Lucas escribe más sobre las oraciones de Jesús que cualquier otro autor del Evangelio. Lucas describe nueve diferentes ocasiones en que Jesús oró. De estas nueve, siete son exclusivos al evangelio de Lucas. Jesús oraba constantemente a su Padre pidiendo dirección. La oración es tan importante para cada seguidor como lo fue para el mismo Jesús.  En Lucas 11:5-8 leemos una parábola sobre un amigo que fue persistente. Aquí Jesús nos enseña que nunca es una pérdida de tiempo pedirle a Dios lo que necesitamos. Si podemos pedirle ayuda a un amigo, ¿cuánto más podremos depender y confiar en nuestro Padre bondadoso? Jesús enfatizó que siempre debemos orar y no desanimarnos. En esta parábola nos enseña acerca de la importancia de ser perseverantes y constantes en la oración, así como no tener pena o vergüenza o aún ser importunos al pedir.  Una persona importuna es aquella que persiste en pedir algo hasta el punto de causar problemas. El ejemplo de insistencia que Jesús brinda en esta parábola, causa un cambio de mentalidad acerca de la oración. Mucha gente piensa que la oración inoportuna no es necesaria. Sin embargo, Jesús nos enseña que nuestras oraciones deben ser persistentes, hasta el punto de ser importunas. La importunidad demuestra nuestra fe y la dependencia absoluta a Dios. En la Santa Biblia existen varios ejemplos de importunidad en la oración. Los que más me destacan son el de Ana (1 Sam 1:10-12) y Daniel (Dan 9:4-19).

Jesús es nuestro modelo a seguir en la oración. También nos enseña cómo orar en Lucas 11:2-4. También podemos aprender acerca de cuando Jesucristo oró. El escogió la madrugada para orar (Marcos 1:35). Quizás nuestras mentes todavía estén libres de distracciones a esa hora. La distracción forma gran parte de nuestro mundo moderno y es casi imposible no distraerse con sonidos, tecnología, problemas, etc. Por lo tanto, se necesita un esfuerzo mayor para encontrar un tiempo en donde la distracción sea menor. Pero Jesús también oró por la noche. Incluso pasó una noche entera en oración (Lucas 6:12). Jesucristo también oró antes de cada uno de los momentos difíciles durante Su vida terrenal.

Jesucristo le dedico tiempo extra a la oración incluso en momentos donde él se encontraba muy ocupado (Lucas 5: 15-16). Esta es una lección muy importante que debemos aprender de la vida de Jesús: siempre tomó tiempo para orar, sin importar lo ocupado que estuviera. No olvidemos el ejemplo de Jesús: cuanto más nos presionen los quehaceres del mundo, el trabajo o la vida, más tiempo necesitamos dedicar a la oración. Es más fácil decirlo que hacerlo. Pero para lograr esto, debemos tener como meta el deshacernos de cualquier distracción innecesaria y enfocarnos en Él.

Necesitamos ser constantes en la oración como el amigo persistente de la parábola. El Señor sabe exactamente lo que necesitamos y cuándo dárnoslo. Sigamos pidiendo, buscando y llamando. 

Reflexión sobre Lucas 11:1-13 por Hanne Teach

(Escucha el podcast aquí)

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