El Reino de Dios

Pero Jesús le dijo: Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios - Lucas 9:62 LBLA

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Uno de los mayores temas a lo largo de la Biblia es el Reino de Dios. También fue el tema principal de predicación de Jesucristo, así como de Juan el Bautista y del apóstol Pablo. En la época del ministerio de Jesús, tanto Sus discípulos como otras personas esperaban un reino terrenal. En esa etapa, no entendieron que Su reino era totalmente diferente a cualquier otro reino terrenal.

 

En el Reino de Dios, los valores morales son totalmente opuestos a cualquier valor de este mundo. Por ejemplo, el estado convencional no existe en el reino de Dios porque las personas menos importantes se convierten en las más importantes. En Lucas 9:46, leemos sobre el argumento de los discípulos acerca de su estatus y quién es el más importante. Esto muestra una debilidad acerca del orgullo y la exclusividad puesto que este tema en particular vuelve a aparecer nuevamente en Lucas 22. Este es un problema muy común incluso en los tiempos modernos. La respuesta de Jesús está en Lucas 9:48: "Porque el más pequeño entre todos vosotros, éste será grande". Jesús también ilustra este principio al dejar que un niño esté de pie a su lado. Dar prioridad a aquellos que sean los últimos en las filas de la sociedad regular.

 

Jesucristo enfatiza una vez más este importante principio de estatus en Lucas 18: 16-17: "Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como estos es el Reino de Dios. De cierto, de cierto os digo, que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él". Las enseñanzas de Jesús son totalmente opuestas a los valores de la sociedad actual. Miremos a las personas desde la perspectiva del reino de Dios.

 

Jesucristo también nos enseña que no debemos mirar atrás. Lucas 9: 62 "Pero Jesús le dijo: Nadie que poniendo la mano en el arado y mirando hacia atrás, es apto para el Reino de Dios". Enfocarse en el ministerio de Dios, ser Sus discípulos y Sus hijos tiene mucho que ver con la determinación. No deberíamos seguir mirando hacia atrás. El apóstol Pablo dice en Filipenses 3:13 - "pero una cosa hago: olvidándome de lo que está detrás y extendiéndome a lo que está delante".

 

Puede haber muchas situaciones que nos hagan seguir mirando hacia atrás en nuestras vidas. Como la esposa de Lot que miró hacia atrás (Génesis 19:26), pueden ser decepciones o arrepentimientos que tengamos en nuestra vida. O cosas que esperábamos, pero no sucedieron. O simplemente distracciones comunes y corrientes de este mundo. Es muy fácil distraerse con las preocupaciones, los problemas e incluso los placeres mundanos. Esto nos impide mantenernos enfocados y avanzar hacia el Reino de Dios. Él nos está usando para Su Reino justo donde nos encontramos en este momento.

Oremos para que el Señor nos ayude a centrarnos en Su Reino y no mirar atrás.

Reflexión sobre Lucas 9: 46 – 62 por Hanne Teach

(Escucha el podcast aquí)