¡En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, por el cual podamos ser salvos! – Hechos 4:12
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En este pasaje el apóstol Pedro declara con valentía que la única manera de ser salvo es Jesucristo. En los versículos anteriores (Hechos 4:10-11), el apóstol Pedro declara el poder del nombre de Jesucristo. También declara que Jesucristo es la Piedra Angular, y que la salvación sólo se encuentra en Jesucristo únicamente.
Mucha gente busca la salvación sin el Salvador. No hay otra manera de que alguien sea salvo y tenga vida eterna. Es por Jesucristo, y sólo por Él. La Palabra de Dios es muy clara al respecto, especialmente cuando leemos Hechos 4:12. La Palabra de Dios no tiene igual en cuanto a autoridad. Es la autoridad suprema e infalible a la que debemos escuchar, aprender y acatar.
Jesucristo pagó la pena de muerte que Dios exige a los pecadores. Podemos reconciliarnos con Dios sólo a través de Jesucristo (Juan 14:6). ¡Jesucristo es nuestro Salvador todo suficiente! Él expía todo pecado y su obra de redención está terminada (Juan 19:30). Nuestro Señor Jesús fue el sacrificio perfecto y final ofrecido una sola vez, por todos los pecados, para todos los tiempos. Jesús vio su propia muerte como el cumplimiento de los sacrificios por el pecado del Antiguo Testamento. En la Última Cena habló de Su muerte como la Nueva Alianza en su sangre que es derramada por vosotros (Lucas 22:20).
No debemos confiar en cosas que no pueden salvarnos (Hebreos 6:1). La salvación sólo puede llegar a aquellos que confían en el Salvador Jesucristo. El apóstol Juan escribe: "Estas cosas os escribo a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna". (1 Juan 5:13). La salvación es un regalo gratuito de Dios, que debemos aceptar con gusto. (Efesios 2:8-9).
Jesús mismo dijo: "Les aseguro la verdad: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será condenado; ha pasado de la muerte a la vida" (Juan 5:24). El confiar en Jesús como nuestro Salvador, significa dejar atrás todos los esfuerzos y medios para salvarse uno mismo. Pongamos toda nuestra confianza en nuestro Señor Jesucristo. Que el Espíritu Santo nos dé valentía como la de los apóstoles Pedro y Juan (Hechos 4:13) para edificar sobre el firme y único fundamento, Jesucristo.
Compartamos también nuestra fe, creamos en la Palabra de Dios y hablemos a todos sobre el don gratuito de la salvación que podemos recibir al aceptar a nuestro Señor Jesucristo como nuestro Salvador.
Reflexión sobre Hechos 4:1-18 por Hanne
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