"Jesús, lleno del Espíritu Santo..." - Lucas 4:1 LBLA
Si el agua simboliza vida, también puede representar muerte. El día de hoy voy a compartir sobre el bautismo de Jesús. Jesús fue bautizado en el río Jordán. Un hombre adulto de alrededor de 30 años de edad, estaba completamente consciente de lo que traería Su bautismo, la salvación de su alma. Cuando él entra en esas aguas, está aceptando la muerte a sí mismo. La muerte debida al pecado de la humanidad. Tan pronto como Jesús es bautizado, el Espíritu Santo desciende sobre él en forma de paloma. Nótese que la paloma no es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo desciende en la forma corporal de una paloma y se escucha la voz del Abba Padre (Papito) diciendo: "Tú eres mi Hijo amado, el Amado; estoy muy complacido contigo".
Ya que Jesús está lleno del Espíritu Santo, Él (Jesús) es llevado al desierto por el Espíritu. Retrocedamos en la historia. Los israelitas vagaron por el desierto durante su viaje del Éxodo. Ellos tuvieron muchas penas mientras se encontraron allí, particularmente para alimentarse, lo que necesitó que Dios les diera maná que descendía del cielo a diario. Les tomó a los israelitas 40 años para entrar a la Tierra Prometida. Y fue aquí, en este mismo desierto, que Jesús es tentado por el diablo durante 40 días.
El evangelio de Lucas nombra a Jesús como Cristo (Mesías), Señor, Hijo de Dios e Hijo de hombre. En el Evangelio de Lucas capítulo 4 versículo 3, se describe el ataque directo que satanás hace a la identidad de Jesús. Él cuestiona directamente quién es Su padre y si Él es verdaderamente hijo (...Si eres el Hijo de Dios..).
Ten en cuenta que cada vez que nos sentimos deprimidos, abrumados, con duda, decepcionados, sin esperanza, sin valor, que no somos hermosos, sin éxito o fracasado, que nadie ama a la persona que eres; siempre recuerda quién ha sembrado esa semilla en ti. ¡No te atrevas a caer en esa trampa!. Lo siguiente que sucederá es que satanás te atacará con las cosas con las que más estás luchando, aún las más simples y básicas. Jesús estaba ya muy hambriento al final de su ayuno y lo primero con lo que fue tentado fue con el pan y la comida.
Puede existir la posibilidad de que te falte algo que quieras y no tengas en tu diario vivir. Por ejemplo, puede que vivas en un matrimonio donde no haya amor, compañerismo o demostraciones de amor físico y emocional por parte de tu pareja. La primera línea de ataque de satanás será tentarte a cometer adulterio o que busques las cosas que quieres, pero fuera de tu matrimonio.
Si trabajas duro y sólo cuentas con la casa en la que vives, satanás va a poner miedo en ti que vas a perderla y que te quedarás sin un lugar donde vivir. O puede hacerte pensar que tendrás una mala racha que te traerá pérdidas y escasez, y por ese miedo trabajas mucho y dices que no tienes tiempo para Dios. No tienes tiempo para compartir con los demás miembros de tu familia y te conviertes en una persona muy egocéntrica y autosuficiente donde tienes confianza en que es Dios quien te provee. Pueden haber innumerables ejemplos que puedo mencionar acerca de esto. Solo recuerda que lo que sea que nos haga falta, es temporal, tal como lo dijo Jesús: "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4:4).
Según el evangelio de Lucas, la segunda tentación fue la que, en tan sólo un instante, se le mostraron a Jesús todos los reinos del mundo y su gloria, y se le dijo que todo esto se le daría con la única condición de que adorara y sirviera a satanás. Ahora bien, todos sabemos que todo ya le pertenece a Jesús. De hecho, todo fue creado por la Palabra y la Palabra era Dios. La Palabra estaba con Dios. Entonces, ¿por qué se le presentó esta tentación? Bueno, todos sabemos que somos hijos de Dios, cierto? pero cuántas veces nos olvidamos de esto en tiempos de adversidad, lucha, ira, conflictos, violencia y en tiempos de espera por una respuesta.
Del mismo modo, satanás tentó a Jesús cuando su cuerpo estaba muy débil debido al hambre. Incluso si no tenemos un hogar o lugar donde vivir, si hemos sido engañados, si tenemos cobradores tocando a nuestras puertas, si somos agravados con abusos, o si perdemos nuestros trabajos, nuestra reputación se ha manchado, hemos sido traicionados, hayamos sido encarcelados e incluso perdido a nuestros seres queridos... ¡"Adora al Señor tu Dios y sírvele sólo a Él"!
Podemos ver que desde el Antiguo Testamento, Jerusalén tiene una gran importancia (y lo es para el cristianismo) pues es el lugar donde Jesucristo fue llevado en algunas ocasiones cuando era niño, predicó a los pobres en su vida adulta, fue crucificado al final de su vida terrenal y fue resucitado por Dios. Y es allí, de todos los lugares que existen en la tierra, que satanás lleva a Jesús. Satanás puede llevarte a tu lugar de origen, familia, recuerdos, posición o status social, trabajo, matrimonio, hijos, a aquello que esté muy cerca de tu corazón.
Finalmente, satanás pone en duda si Jesús es el Hijo de Dios. Vemos una y otra vez, que satanás quiere hacerte sentir inútil en tus debilidades. Esta vez el diablo o satanás querrá que hagas cosas terribles cuando te sientas miserable, en duda o desesperanza. ¡No te dejes engañar, no seas tan ingenuo, no pongas a Dios a prueba! La respuesta a todo esto es la fe. Mientras más escuches la Palabra de Dios, más fe tendrás.
Recuerda, Dios solo permitirá dificultades y tentaciones que puedas soportar. La Madre de Jesús ha de haber orado por su hijo mientras Él estaba en el desierto. Así que nuestra madre no te dejará caer, ella se aferrará a ti con fuerza, mientras luchas en las fauces del satanás. A quien servimos ha traído buenas nuevas a los pobres, ha enviado a libertar a los cautivos y recuperar la vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar el año favorable del Señor. ¡No temas!
Reflexión sobre Lucas 4: 1-19 por Shalley Augustine
(Escucha el podcast aquí)
No comments:
Post a Comment